En nuestra economía, la protección de los activos intangibles es imprescindible para asegurar la diferenciación y el posicionamiento en el mercado, siempre con el fin de ofrecer mejores productos y servicios a la ciudadanía (consumidores).
Para ello, existen distintas vías de protección, dependiendo del activo al que nos refiramos:
- Marcas para distinguir tus productos o servicios o ambos de los de otra empresa.
- Diseños para proteger la estética, la ornamentación o la apariencia de tu producto.
- Invenciones si tienes un nuevo dispositivo, producto o procedimiento que resuelve un problema técnico.
- Etc.
Estos activos, pueden protegerse a nivel nacional en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) o a nivel europeo en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO).
Además, existe un fondo para PYMES (programa de ayuda financiera) diseñado para ayudar a la pequeñas y medianas empresas a proteger sus derechos de propiedad industrial a nivel nacional o europeo, con hasta un 75% de ahorro y una convocatoria anual de concesión de subvenciones para el fomento de solicitudes de patentes y modelos de utilidad en España y el exterior.